El
Comandante Chávez logró trascender su tiempo histórico, ir más allá de
lo aceptado, de la costumbre, y proponernos el vuelo alto de lo radical.
Así se hizo inmenso, trajo a nosotros los aires de la Independencia que
llevaron a aquellos próceres al rompimiento con la lógica de la
monarquía, a fundar naciones, liberar esclavos y conducir a sus pueblos
hacia el futuro, continuando la búsqueda de la realización plena de lo
humano.
Chávez
entendió que el futuro era el Socialismo, una sociedad que restituyera
la armonía de vivir “todos por el bien de todos”, dándole al trabajo la
dimensión humana de servir a la sociedad y no de favorecer a un grupo de
apropiadores. En la construcción de ese sueño ofrendó su vida, por eso
lo asesinó la oligarquía.
Después
de su asesinato, la canalla se lanzó como hiena sobre el legado de
Chávez. Fue feroz el ataque a la Revolución, y cometimos, justo es
decirlo, el error de no responder la ofensiva con Socialismo, sino que
buscamos la solución en un supuesto “capitalismo bueno”. ¡No tuvimos fe
en el Socialismo! Como era de esperar, el precio que exigen es muy caro:
entregar el Socialismo, entregar a Chávez.
El dilema que plantea la oligarquía es claro y diabólico: para
permanecer, debemos entregar al Socialismo, al entregarlo nos
debilitamos y ya no habría razón, no se justificaría permanecer.
La
entrega tiene muchas caras, se amenaza con la violencia y para
aplacarla se propone una paz, un diálogo, que oficializa la conciliación
alrededor de la guillotina del Socialismo. Un diálogo con los mismos
del golpe de abril, del sabotaje petrolero, con los asesinos de Chávez.
Y
así, entre violencia golpista y conciliación restauradora de lo viejo,
la Revolución olvida su objetivo. Ahora el éxito se mide no por la
fortaleza del Socialismo sino con los índices del capitalismo. La lógica
capitalista vuelve a ser norma, el Socialismo queda sólo para la
retórica.
Nosotros,
los obreros petroleros, estamos convencidos de que el camino es el que
señaló el Comandante Chávez: Socialismo, Socialismo, en exceso
Socialismo. No hay atajos, nos hay medias tintas.
En esta coyuntura, proponemos:
1.- Unidad
alrededor del gobierno revolucionario, del Presidente Maduro, pero
también, y como unidad indisoluble, del Socialismo, sin Socialismo nada
tiene sentido. La Humanidad, urgida de una salida al destino de
extinción a que la conduce el capitalismo, clama por un ejemplo que
señale la ruta de salvación, y dar ese ejemplo, ese reto, es el legado
de Chávez.
2.- Una
brisa fuerte de Socialismo debe refrescar a la Sociedad y a la
Revolución. Todos a explicar el Socialismo, círculos para estudiarlos,
escuelas para analizarlos. Que la sociedad, el gobierno, los sindicatos,
todos vibren al son del Socialismo, que el Socialismo se haga nuestro
destino. Emocionarnos, entender que vale la pena luchar por el
Socialismo, defenderlo, hacerlo sagrado. Sentir que es un crimen de lesa
humanidad traicionar al Socialismo, que es traicionar a Chávez.
3.- Reafirmamos
a las oligarquías que sin el Presidente Maduro y el Socialismo no habrá
estabilidad, paz, en este país. No aceptaremos regresar a la época de
los pactos, de la conciliación de clase, que sólo beneficiaron a la
burguesía y a una costra de traidores a sus clases despojadas. No
aceptaremos gobiernos de transición, y tampoco golpes como en Honduras,
como en Paraguay.
4.- La
clase obrera petrolera, su vanguardia, consciente de nuestro papel
histórico, asumimos el reto de defender nuestra mayor reivindicación: el
Socialismo y el gobierno que lo haga posible. En esa batalla nos
jugamos todo.
¡Patria Socialista o Muerte!
¡Venceremos!
Argenis
Olivares – Marcos Padovani – Franklin Velásquez – Julio Ferrer – Juan
Ramos – José Uray – Ildemaro Espluga – Yenny Oviedo – Andry Brito -
Arnoldo Nieves – Orlando Alfonzo – Richard García – Asnaldo Nazariego –
Joel De la Cruz – Sindicato Político Socialista – Vanguardia Obrera
Socialista (VOS) – Comités Patrióticos Resteaos con Chávez
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Libera tu expresión!