El presidente de Cuba, Raúl Castro, logró en la Cumbre de América Latina en Brasil un éxito diplomático sin precedentes para la isla comunista: un asiento en el Grupo de Rio y el reclamo al futuro gobierno estadounidense de Barack Obama de cesar el embargo y dialogar.
"Magnífico (…). Hago un balance muy bueno, me voy muy contento", dijo a la AFP Raúl Castro, al develar un busto del libertador sudamericano Simón Bolívar, en Salvador, noreste de Brasil.
El cónclave de dos días, en Costa do Sauipe, noreste de Brasil, concluyó con una declaración especial que pide a Washington poner fin al "bloqueo" de 46 años contra Cuba y con carácter "inmediato" las medidas que lo endurecieron en 2004, como las restricciones a los viajes y envío de remesas.
"Resulta inaceptable la aplicación de medidas coercitivas unilaterales que afectan el bienestar de los pueblos y obstruyen los procesos de integración", subrayó.
Más temprano el mandatario de Bolivia, Evo Morales, lanzó una propuesta al plenario para que se ponga fecha límite a Obama. "Si no levanta el bloqueo económico, nosotros levantemos a sus embajadores", dijo.
La iniciativa recibió el respaldo del presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien señaló que "ahí vamos a ver quién es quién", aunque otros, como el mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, fueron más cautelosos: "hay que dar tiempo a que Obama asuma su cargo" el 20 de enero.
No obstante Lula reiteró que la medida, vigente desde 1962, "no tiene justificación económica y tampoco política". "No hay ninguna razón" para que exista, añadió.
"Ha sido una cumbre excepcional, extraordinaria para Cuba. Hemos recibido el apoyo de todos, y a nivel de presidentes. Los pronunciamientos contra el bloqueo han sido unánimes", declaró a la AFP un funcionario de la delegación cubana.
En Washington el secretario de Comercio de Estados Unidos, Carlos Gutierrez, afirmó que "el embargo ha tenido éxito" y aseguró que la política de Washington debe continuar con las medidas de presión hacia La Habana.
"Nuestra política debería ser la misma mientras Fidel y Raúl sigan ahí (en el poder). Hasta que ese día no llegue, no debemos ser simplistas, ni ingenuos, sobre lo que está sucediendo ante nuestras orillas", dijo.
La elección de Obama abrió expectativas en la región de una distensión en el añejo conflicto entre Cuba y Estados Unidos, o al menos de un alivio al embargo.
En Costa do Sauipe Raúl Castro, al mando de Cuba desde que enfermó su hermano Fidel, reiteró que está dispuesto a dialogar con Obama pero "en igualdad de condiciones".
La decisión fue saludada por los presidentes como una "reparación histórica" y destacada por Lula como una muestra del "cambio del perfil político e ideológico de América Latina".
"Fue un hecho histórico el ingreso de Cuba al Grupo de Rio, es un hecho de justicia incorporar a Cuba a un lugar donde nunca debió haber salido", dijo la presidenta argentina, Cristina Kirchner.
Paralelo a ello se escucharon críticas hacia la Organización de Estados Americanos (OEA), instancia que Cuba considera instrumento de Washington para agredirla.
Saliendo al paso a las iniciativas de presidentes como Morales para que la OEA incluya a Cuba, Raúl Castro adelantó que su país no retornará al foro, "con o sin americanos".
El aislamiento de Cuba es "un resabio de la guerra fría" que debería ser corregido, admitió a la AFP el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, y estimó que la adhesión al Grupo de Rio "era indispensable".
En su primera cumbre regional en el exterior, Castro desarrolló una intensa agenda. Se reunió con los presidentes de México, Felipe Calderón, con quien acordó visitas recíprocas en 2009, y con Correa, quien anunció un viaje a Cuba para enero, al igual que Kirchner, además del previsto en febrero de la chilena Michelle Bachelet.
El presidente cubano sellará su gira, que antes lo llevó a Venezuela, con una visita oficial el jueves en Brasilia.
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