Se está realizando en Washington una reunión sobre Seguridad Nuclear. El mundo posee más de 23.000 armas nucleares. Más de 200 están en poder de Israel. Israel se ha negado a participar. No quiere someterse a control internacional. EEUU acepta esto como algo normal. En tanto que la reunión también discutirá la aplicación de sanciones a Irán que no posee armas nucleares.
Previamente a esta reunión, EEUU y Rusia acordaron reducir sus armas nucleares en 30% y han dicho que para 2030 habrá cero armas nucleares. Se dice que EEUU impulsa la destrucción de dichas armas para imponer su predominio a través de una devastadora generación de armas convencionales.
Si observamos los juegos de poder que están ocurriendo en Europa, América Latina y el Caribe, Asia y en todo el mundo, es probable que estemos asistiendo a una reconfiguración de las relaciones geoestratégicas mundiales.
Hay un tablero mundial donde la paz para la humanidad y la paz para la naturaleza, forman parte de un mismo proceso. Por eso, no hay respeto a los derechos humanos si no se reconoce el respeto a los derechos de la madre Tierra. La paz es el denominador común.
El boicot a los acuerdos para limitar el calentamiento global a menos de 2° C significa la pérdida de millones de vidas humanas, animales y vegetales, la desaparición de países, el incremento de la inseguridad alimentaria. Las guerras tienen la misma consecuencia. Sobre todo porque el plan para atacar a Irán incluye el uso de armas atómicas, con terribles efectos planetarios.
Cobra cada vez más relevancia la Cumbre de los Pueblos que se realizará en Cochabamba, Bolivia, con motivo del Día Mundial de la Tierra. Dicha cumbre tendrá una culminación en una reunión especial de la Asamblea General de la ONU, que se realizará el 22 de abril. En dicha asamblea, el orador principal será el presidente Evo Morales. Los pueblos deben y pueden lograr un viraje a las negociaciones que se han venido realizando. En ellas, los países del Norte imponen el ritmo. Es hora de que los pueblos marquen otro camino para la salvación de la humanidad y del planeta.
Hay demagogias de proporciones tan descomunales que pasan al ámbito del surrealismo, son imposturas al límite de lo diabólico, cinismos que necesitan algún superlativo.. Este es el caso de la la cruzada internacional a favor del medio ambiente y de la “madre tierra” que intenta presentar como su nueva identidad ideológica el señor Evo Morales, iniciativa que tiene una consistencia ética parecida a una convocatoria de Osama Bin Laden a la Paz mundial.
ResponderEliminarLa producción de hoja de coca, sustento político, económico, y principal fuente de legitimidad presidencial, ha experimentado un crecimiento geométrico desde 2006, incluyendo el cultivo en áreas protegidas, y es responsable de la mayor devastación de las tierras fértiles en Bolivia desde que los conquistadores españoles decidieron acabar a plan de incendios el manto vegetal altiplánico. A la esterilización producida por el arbusto, que imposibilita cultivos posteriores durante diez años y cuya superficie aumento en diez veces durante la presidencia de Morales hasta alcanzar hoy 50 000 hectáreas , se deben agregar la inmisericorde y descontrolada vertida de miles de litros de residuos altamente tóxicos de acido sulfúrico, cal viva y otros químicos, derivados de la masiva producción de cocaína que a migrado de sus lugares de producción en el oriente a zonas peri urbanas y rurales del occidente. Morales incluyó a la hoja de coca, sin la cual es obviamente imposible producir cocaína, en la constitución y el canciller Choquehuanca propuso que los niños de Bolivia debieran tomarla en el desayuno en vez de la leche.
Esta devastación es gravísima e ilustra la hipocresía de un gobierno que vocifera sobre el agua como un derecho humano, por ejemplo, pero que permite que la minería transnacional contamine como nunca los acuíferos del altiplano y como en el caso de San Cristóbal en pocos años habrá consumido por si sola tales cantidades que habrá convertido el sur de Bolivia en un desierto hasta debajo de la superficie.
El “sagrado” lago Titicaca se ha convertido en una cloaca producto del derrame de aguas servidas que ha crecido sin que se haya definido una política pública sobre esta problemática que ha confinado la presencia piscícola a las áreas de granja y a las especies que aun toleran esta contaminación. En el carnaval de Oruro, bajo la etiqueta de respeto a las “culturas ancestrales” miles bailaron haciendo sonar instrumentos musicales y exhibiendo vestuarios hechos con especies en extinción sacrificadas expresamente ignorando no solo las leyes sino los ruegos de organizaciones medioambientalistas y ciudadanos.
Ufano de su relativo apoyo electoral, el gobierno seguirá sembrando las canchas de futbol de todo el país de césped sintético para que armonice con alfombra de basura plástica que acompaña al viajero a lo largo de todas las carreteras y que es la cotidianeidad de la mayoría de los pueblos, e incluso de ciudades como Oruro y Cochabamba. En esas condiciones presentarse con una careta medioambientalista es una desfachatez alevosa e inaudita, una indecencia cínica y grotesca.