Por: Juan Martorano * Fecha de publicación: 01/01/10 | |||||
Lamentamos muchísimo la muerte de Carmen Nordelo, la madre de Gerardo, uno de los Cinco Héroes. He aquí su hermana, Isabel Hernández Nordelo. No hay mejor honor para ella que se fue físicamente, y no hay mejor honor para ellos que están allá prisioneros del imperio; no hay mejor honor para ellas que están aquí con nosotros y los que no están, los hijos, las hijas, los nietos, las nietas, los hermanos, las hermanas, los amigos, las amigas, la familia, tanto el núcleo de la familia como la familia más grande, tus compañeros, compañeras. No hay mejor homenaje que el que Fidel recoge en sus reflexiones: seguir luchando por su liberación. Ahora comienza un nuevo capítulo en esta lucha por la liberación de los Cinco Héroes Cubanos que también son venezolanos, también son nuestroamericanos, martianos, bolivarianos, héroes de nuestro pueblo. Esa lucha es por una parte jurídica, y por otra parte moral; en lo político, esa lucha que habrá que seguirla dando en Cuba, dentro de los Estados Unidos, en Venezuela, en América Latina y más allá, en el mundo, esta es una lucha mundial, porque es una lucha por la dignidad del ser humano, es una lucha verdaderamente por la justicia. En esa batalla hay que desenmascarar a diario el cinismo imperial, el cinismo de las élites que gobiernan al mundo y pretenden seguirlo gobernando; el cinismo del capitalismo, de la hegemonía capitalista, señalando, acusando, argumentando, razonando en todos los órdenes, como arma para la reflexión y la batalla moral, política, jurídica, ideológica. Por ahí se la pasan los amargados de aquí, y los grandes medios de comunicación diciendo y repitiendo que aquí en Venezuela hay presos políticos, o perseguidos políticos, porque hay unos señores que tienen deuda con la justicia y se fueron, y ahora se presentan como mártires en el exilio, perseguidos por Chávez, la tiranía de Venezuela, la tiranía de Chávez, y ahí los tenemos en distintos países de América del Sur, Centroamérica, Norteamérica. Algunos son políticos presos, por corruptos, por bandidos, y hasta por asesinos. Si de presos políticos vamos a hablar, estos Cinco Héroes, nuestros héroes y compañeros verdaderamente son presos políticos del imperio, son presos políticos de Bush, y ahora presos políticos de Obama, del imperio yanqui; eso está más que demostrado. Ahora que el presidente de los Estados Unidos haga algo para merecer de alguna manera el Premio Nobel de la Paz que le han dado, o para ser consecuente de alguna manera con sus discursos durante la campaña electoral, y los que de cuando en cuando da en algunos lugares del mundo, prometiendo cambio, justicia, acabar con el atropello a la soberanía de los pueblos, luchar por la reivindicación de los Derechos Humanos. Si de alguna manera el presidente de los Estados Unidos quiere ser coherente con eso, el caso cubano le proporcionaría suficientes pruebas para demostrarlo, liberando a los Cinco Héroes, la Corte de apelaciones determinó que no hay delito, no hay prueba de ningún tipo de que estos compañeros hayan estado conspirando contra el sistema norteamericano, o conspirando para asesinar a alguien, o preparando hechos terroristas, o haciendo espionaje. Espionaje hace el imperio, las siete bases militares yanquis en Colombia, por ejemplo, Fidel bien las llamó Las siete puñaladas al corazón de nuestra América , son bases para el espionaje, y está escrito por ellos mismos en los documentos que se han presentado al mundo -dicen los documentos de allá, el Pentágono- desde allí tendremos excelentes condiciones para el espionaje, y especialmente -así lo dicen- contra los gobiernos anti estadounidenses, Venezuela uno de ellos, Cuba, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, pero van a espiar desde allí a todo el mundo, también a Brasil, a todo el Caribe, a toda Suramérica incluyendo a Argentina, hasta allá, hasta el Cono Sur va a llegar el alcance electrónico, técnico y tecnológico del equipamiento de guerra que está instalando el imperio en las bases militares de Colombia, son bases para la guerra. Ahora nos acusan a nosotros de estar alentando la guerra, el cinismo no tiene límites, el cinismo del imperio y de sus lacayos, los de Colombia, los de aquí, que son oligarquías apátridas, son las mismas oligarquías, las de Bogotá y las de Caracas, que hace 200 años mandaron a matar a Simón Bolívar; mandaron a matar, y lo lograron, al Mariscal de América: Antonio José de Sucre, pero lo hemos dicho de esta manera, ellos son los hijos de los traidores, ellos son los hijos de Santander. Aquí estamos los hijos verdaderos de Bolívar, las hijas de Bolívar. Simón Bolívar tiene una frase: “Cuando el clarín de la Patria llama, hasta el llanto de la madre calla”, escrita en alguna carta a alguna madre de algún soldado fallecido, porque Bolívar le escribía cartas bellísimas a las madres, a los padres de muchos soldados que dieron su vida en la lucha por la independencia que aún no ha terminado. Esta lucha de hoy es la misma, no es que estamos luchando por una segunda independencia, insistimos en eso, respetando muchísimo a quienes han hablado en otros años y otras épocas de la segunda independencia, se elaboró mucho esas tesis, no es la segunda, es la primera, es la misma, no ha terminado, tenemos 200 años y más luchando por nuestra independencia, ahora llegó el día en este siglo, y como dijo Fidel no será por allá en el año 2099, no, ahora comenzando el siglo estamos logrando nuestra verdadera y plena independencia como Cuba la logró gracias a la Revolución cubana hace ya 50 años. Llévense ustedes madres, esposas, hermana, en su pecho esa banda tricolor, la Bandera gloriosa de Venezuela y esa medalla de la Orden de los Libertadores, se le explicaba a ellas que esa orden, no se llamaba la Orden del Libertador, se llama la Orden de los Libertadores de Venezuela, porque Bolívar tenía muy clara conciencia del papel del hombre individual, y en eso Bolívar es pre marxista, él lo dice en distintas ocasiones y de distintas maneras, una de ellas en el discurso de Angostura, 1819, Bolívar dice: Soy apenas una débil paja arrastrada por el huracán revolucionario, me quieren achacar a mí todo el bien o todo el mal, no, no merezco, no tengo tanto poder, nadie puede tenerlo. Y consciente de la necesidad del esfuerzo colectivo, como partero verdadero de la historia, él instituye la Orden de los Libertadores de Venezuela. Es de Martí la frase: amor con amor se paga. Llévense a Bolívar mujeres heroínas y héroes, Bolívar el incansable luchador, Bolívar el peregrino, perenne, Bolívar, el inmortal Bolívar, el que ha resucitado en estos pueblos, Bolívar, como dijo Neruda, que resucita cada 100 años, y aquí ha resucitado en Venezuela y en nuestra América para no morir jamás. Fidel dijo un día a los cubanos y cubanas: El imperio yanqui no ha podido ni podrá acabar con la Revolución Cubana, pero hay alguien que sí puede acabar con la Revolución Cubana, nosotros mismos. Igual lo decimos aquí, ese imperio no podrá con nosotros, esos lacayos, esa quinta columna no podrá con nosotros; el principal enemigo de esta Revolución está dentro de nosotros mismos, las viejas costumbres, hablo a los venezolanos y a las venezolanas, las viejas costumbres, lo que llama Fidel los reflejos condicionados, la corrupción que no sólo es económica, no, la corrupción de los valores, el egoísmo, las ambiciones, el personalismo, el deseo de figurar, la ambición desmedida por lo material, la ambición por acumular riquezas y bienes materiales. Ese es el principal enemigo. Esos viejos valores del capitalismo, del individualismo, del egoísmo están dentro de nosotros. El burocratismo, recuerdo al Che Guevara, el burocratismo es la degeneración de la burocracia necesaria, la resistencia al cambio, que es terrible, no sólo en el Poder Ejecutivo, en los poderes del Estado: Legislativo, Judicial… en las instituciones, viejas instituciones que se niegan a cambiar, que a pesar de la Constitución y sus diez años, y a pesar del pregón del impulso de la batalla, se siguen negando, se resisten al cambio. Recordemos a Antonio Gramsci y la definición de la crisis orgánica, nosotros estamos todavía en una crisis orgánica, lo viejo que se niega a morir y lo nuevo que no termina de nacer, hasta que no muera de verdad lo que tiene que morir, y no nazca de verdad lo que tiene que nacer, nosotros estaremos en el medio de una crisis orgánica, de una crisis histórica, moral, ideológica, política, social, integral. Aprovechamos para hacer esa reflexión y llamar a que pongamos lo mejor de nosotros, hombres y mujeres y sobre todo los que estamos al frente de las instituciones, los que están ocupando o estamos ocupando posiciones de liderazgo, de dirección, de gerencia. Bien, madres, hermanas, esposas, camaradas, compañeros, Alarcón de Quesada, señor Embajador, querido compañero, compañeras, ha sido una bonita, un bonito encuentro este. Más bonito será cuando aquí mismo o no sé dónde aquí en Venezuela, en esta Patria que es la misma cubana, nos demos un abrazo y oigamos las reflexiones y las palabras, directamente, de esos Cinco Héroes que serán liberados de las cadenas del imperio. Será más bonito el encuentro todavía. Mientras tanto, lo que nos queda es seguir, como dijo Bolívar: Luchando con perseverancia, constancia, sabiduría, voluntad, por su liberación y por la liberación plena de nuestros pueblos; por romper todos esos muros, tumbarlos, romper las alambradas; lograr la justicia plena que es el único camino a la paz plena. Y eso sólo podremos lograrlo por el camino del Socialismo. De allí la necesidad de seguir fortaleciendo la conciencia socialista, fortaleciendo el poder popular, la fuerza social, los motores del alma individual y del alma colectiva, para impulsar la Revolución Venezolana, la Revolución Cubana, nuestro Socialismo, cada uno con sus características, sus peculiaridades, pero somos revoluciones hermanas. Para ser más justos, habría que decir que la Revolución Bolivariana no es hermana, es hija de la gran Revolución Cubana. Somos los hijos de Fidel, del Che, de Camilo, de Haydée Santamaría, de Raúl; aquí estamos sus hijos, los hijos de Bolívar, los hijos de Martí, humildes pero dispuestos a ser cada día más libres y a que nuestras Patrias sean cada día más grandes. Un preso, en una época dijo: “Condenadme, que importa, la historia me absolverá”. Hoy Fidel, decimos contigo y con ustedes muchachos: Fernando, Antonio, René, Ramón, Gerardo; con ustedes madres, hermanas, hijas, hijos, esposas: ¡Secuestradlos, que importa, nuestros pueblos los liberarán y la historia los absolverá! ¡Patria Socialista o muerte! ¡Nosotros venceremos! ¡Hasta la vista Fidel, Hasta la Victoria Siempre! * Abogado, Analista Político y militante del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Moderador de los Programas Informativos y de Opinión. j_martorano@hotmail.com Vía: Aporrea |
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